¿Cómo desarrollar tu negocio? Aquí las claves y etapas

Dicen por ahí que “nada es para siempre” y en los negocios pasa exactamente igual; las fases, ciclos o etapas de un emprendimiento deben de ir cambiando siempre y cuando haya trabajo duro de por medio. Pero algo súper importante es que entiendas en qué fase te encuentras para que así tomes las acciones pertinentes a cada una de ellas, aquí te las presentamos para que las tengas claras.

Por Redacción Tu Consultor de Negocio

Aunque nosotros le llamaremos “Ciclo del negocio” cada autor nombra a este proceso (y etapa) de una manera distinta, pero ojo: todos ellos son sinónimos y prácticamente ocurre lo mismo; aquí lo importante es que identifiques muy bien las características de la fase y listo, así podrás realizar una planeación y organizaciones de actividades mucho más sencillo.

Etapa de Arranque

También conocida como etapa “semilla”, de “supervivencia” o de “inicio” y es que como los nombres lo indican es el momento en el que se tiene que sembrar todo lo que pretendes cosechar más adelante. Generalmente esta etapa es la más pesada de todas, en el sentido que implica muchísimo trabajo operativo porque comprende desde la planeación del negocio, el inicio de operaciones, la creación y ajustes de procesos, la adquisición de insumos, evaluación de proveedores, etcétera, etcétera.

Generalmente esta fase puede llevarse desde algunos meses, hasta un par de años. Aunque ¡ojo! No existe ningún manual o instructivo que indique que el tiempo es exactamente algún periodo específico, se tardará el tiempo que se tenga que tardar, lo más importante es que se vayan creando las condiciones necesarias para seguir existiendo. Ahora bien, cabe mencionar que por lo general, muchos emprendimientos aquí es la fase donde se terminan porque no rebasan esa barrera de los famosos “dos primeros años”.

Etapa de Evolución

Después de haber sembrado todo lo anterior, las primeras “semillas” empiezan a dar algunos pequeños frutos y es lo que aquí se puede ver. El negocio podría ya estar teniendo una evolución satisfactoria; es decir, ya no te quiebras la cabeza y te truenas los dedos por sacar tus gastos fijos o cubrir la nómina mensual, ya eso no es un tema. El negocio ya tiene la suficiente cantidad de clientes para poder hacer frente a tales gastos y seguir avanzando.

¡Buzo! Porque aquí los problemas sólo cambian de nombre, pero siguen existiendo. Si empiezas a avanzar mucho, te darás cuenta que muchos procesos que comenzaste en la fase anterior, resultan insuficientes o muy “cortitos” para el momento en el que creces, así que hay que adaptarlos y replantearlos, sin olvidar el modelo de negocio y los objetivos que se están buscando. Esta fase puede llevar 2 ó 3 años siguientes.

Etapa de Crecimiento (efectos de sonido de caja registradora)

¡Ya pasaste lo más duro! Te llenas de más y más clientes, comienzas a ver las ganancias y a recoger todo lo que sembraste en las fases iniciales. Aquí no hay problema con el tema de gastos fijos ni las nóminas ni nada de eso. Se debe de poner especial cuidado en varios temas y aquí te los enlistamos:

  • ¿Se están cumpliendo satisfactoriamente los objetivos planteados al inicio de negocio? Si es así, aquí se pueden incluir objetivos mucho más retadores para la organización.
  • ¿Necesitas más manos que te ayuden a simplificar la operación y a hacerla más eficiente? Momento de crecer a tu equipo.
  • ¿Requieres inversión en medios de comunicación o en estrategias de relaciones públicas? Hazlo, eso te retribuirá con una mayor cantidad de clientela.
  • ¿Has pensado en abrir otras sucursales o aumentar tu número de canales de distribución? ¡Desarróllalo! En este momento hay cómo llevarlo a cabo.

Si tienes claro todo esto, podrás perpetuar la vida de tu negocio más o menos unos 5 años más, hasta aquí llevarás aproximadamente 10 años de la vida útil de tu empresa. Ahora bien, recuerda que los esquemas se adaptan y acomodan de acuerdo con las necesidades y la naturaleza de tu mercado, no todos se comportan de la misma manera.

Etapa de Madurez

Como todo en la vida; los negocios también enfrentan un momento en el que ya son señores de bigote y canas, pero ya con la madurez la empresa suele marchar sobre ruedas, es un negocio verdadero y en este momento sólo te preocuparás por ver los números del mismo, aquí lo más importante son 2 temas clave:

  1. ¡No bajes la guardia con las estrategias de lealtad! Reconoce a esos clientes que han estado contigo desde el día uno. Las actividades de post venta cobran un gran valor para tu marca, recuerda que siempre será más fácil (y se invertirán menos recursos) en el regreso de un cliente que en la conquista de uno nuevo.
  2. Hay que pensar en las nuevas líneas de negocio; es decir, ¿cómo sería el hijo de ese negocio? Por ejemplo: si tienes un negocio de comida, ¿qué pasa si ahora te aventuras, con toda la experiencia adquirida en insumos y platillos, en el mundo de los banquetes para fiestas? Ahí abrirías una nueva línea de negocio que no te será ajena pero que nuevamente te retará a crear otras estrategias y conocer una industria paralela en la que tú te desarrollas.

Estas dos actividades son claves para que así puedas seguir creciendo y no el día en que se termine la empresa no sepas qué hacer contigo y todo el equipo. Ahora bien, puedes probar nuevas líneas de negocio tantas como tú quieras. Lo ideal es aventurarte en campos que tienes semi explorados (Como el caso de los banquetes o los caterings, por ejemplo) a algo que desconoces por completo, lo puedes lograr, pero te tomará mucho más tiempo.

Etapa de Cierre

Y sí, como todo en la vida, podría terminarse el negocio. Es importante puntualizar que aquí no significa que la empresa tenga que cerrarse; podría ser que “herede” a alguien más para que así se tenga otra visión y continúe sus operaciones o también puede ser que se transforme en algo más. Cabe mencionar que tú como empresario que eres, como previamente has desarrollado otras líneas de negocio, tendrás claro hacia dónde ir. No es que un día despiertes ¡y ya no haya nada!

Este ciclo es completamente natural y no se trata de echar todo a la basura, pero igual que las personas, el negocio tiene un ciclo. Aquí lo importante es capitalizarlo de tal manera que, los clientes que crecieron junto contigo, puedan ser impactados por la evolución del negocio.

¿En cuál de estas fases te encuentras?

Muchas veces, los mismos empresarios están atacados por la inercia de tal manera que no saben en cuál etapa viven y para cuál vas. Si a ti te pasa esto, ¡Calma! Nosotros te podemos ayudar a identificar la etapa y cómo ir planeando tu empresa hacia la estabilidad y el crecimiento para que el ciclo se cumpla correctamente, ¡échanos un grito!

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